México se encuentra ante la que quizás será la mayor movilización de mujeres en defensa de sus derechos, de su integridad y por una protesta social masiva en contra de la violencia, la inseguridad, los feminicidios y la desaparición y asesinato de niñas y menores.
El revuelo mediático, de redes sociales digitales y personales por el PARO del 9 de marzo, es una muestra de ello, mujeres de todas las edades, generaciones, regiones, creencias, partidos, inclinaciones e historias están hablando en favor y en contra; y sin duda la movilización será un gran parteaguas en nuestra sociedad para el movimiento social para la equidad de género y en beneficio de las mujeres.
Se trata de un gran momento de unión de las mujeres por ellas mismas pero también por todos, sin duda su lucha construye una mejor sociedad. No hace falta decir que esta lucha no surge de la nada sino que es el resultado de una lucha continuada de los grupos feministas, pro derechos, de las minorías sexuales, y varios otros activismos sociales pero también es resultado de una trama con muchas micro y macro historias de mujeres que han levantado su voz para decirle a los hombres y a otras mujeres: ¡BASTA!, tenemos derecho a otra sociedad, a otras formas de vivir y compartir. Luchas de hace 10, 20, 30, 100 o 200 años, que suman y que hoy aquí se materializan. Primero el derecho a la vida pública, luego al trabajo, al voto, a la representación política, a la igualdad, al reconocimiento de las diferencias, a la equidad y hoy por la NO VIOLENCIA de género.
En investigación social y de mercados uno de los primeros cortes analíticos es la diferencia entre hombres y mujeres, a partir del reconocimiento de que los grupos sociales, las personas y los consumidores piensan, sienten, actúan, viven y consumen diferente. Desde hace por lo menos 20 años venimos escuchando del empoderamiento de las mujeres y del surgimiento de nuevas formas de masculinidad, observamos los cambios actitudinales y registramos como poco a poco se van transformando las formas de actuar individual y colectivamente.
Es por ello que ante un movimiento social de protesta que logra la unión de mujeres de todo tipo, es necesario plantearnos ¿Qué es lo que está cambiando radicalmente en las formas de pensar, vivir y sentir de mujeres y hombres? ¿Qué traen bajo el brazo las nuevas generaciones que están impulsando el cambio social y convocando a todas y todos a participar?
Si las marcas segmentan sus mercados por hombres y mujeres, por edades, NSE y perfiles ¿estan haciendo las preguntas correctas para pensar lo que nuestra consumidora necesita y sueña? ¿Cambiaron sus aspiraciones y deseos? ¿Cómo impacta en el consumo de marcas y servicios la forma en qué nos estamos comunicando con ellas y con ellos? ¿Cambiaron sus necesidades y sueños? ¿Qué permanece y qué se transforma? Este es el reto para todos, marcas, instituciones, productos, investigadores: repensar las preguntas y certezas, mirar a nuestro target (más allá del comentario en Facebook y las noticias de la noche) y acompañarlas/los en su transformación. Es más, podemos preguntarnos ¿La segmentación, conocimiento y comunicación hacia nuestro target primario y secundario es la correcta?
En Racional & Emocional entendemos que no basta con generar un mensaje en medios “empático” con las audiencias y acorde a los temas de moda (si bien es un buen principio de empatía y re-colocación). El reto es hacerlo de manera estratégica, diseñando los rumbos estratégicos de la marca que nos conduzcan por un lado a las metas de diferenciación y alcance de objetivos que queremos lograr y por otro, que nos lleven a un camino de responsabilidad social que también es cada vez más importante en todos los ámbitos.
Marco Morin Villatoro es Director de Proyectos Antropológicos
en Racional & Emocional
Ciudad de México, Marzo 2020